viernes, 5 de diciembre de 2008

Desdoblamiento


Todo está empezando a ponerme nerviosa. No recordaba cuánto aguijonea recuperar la personalidad. ¡Con lo que me había costado perderla!

Sin avisar se ha presentado en casa esa histérica que no soporta la voz monótona de los cocineros, que es capaz de reírse y llorar al mismo tiempo, que sabe, segurito, que no hay nada especial que decir, al menos de momento (arremete ininterrumpidamente contra lo que ha dado en llamar inane, pero no deja de prestarle atención) Desperdicia mi energía y mi tiempo durmiendo o en tareas perecederas, y se cansa mucho y en balde; luego me invade con su agotamiento.

A veces me escapo unos segundos y me da tiempo a pensar sin su supervisión: ¡Si la tuviera a la distancia adecuada la querría más y nos entenderíamos mejor!


La imagen es de Claude Cahun

lunes, 1 de diciembre de 2008

+Sobre la baba que nos rodea, la cosa gelatinosa que amenaza con ahogarnos, nos quita el tiempo y nos deja pegados a nosotros mismo; lo inane


No voy a desperdiciar una comida con amigos o unos minutos de lectura con chorradas sobre monjas maravillas. Resultan demasiado evidentes las tonterías, se les ve muy bien la tramoya, otra vuelta de tuerca es que además adopten estas empresas de opinadores la sagrada forma del matrimonio; tanto me da Grandes-Montero que Lindo-Molina. Me ofenden las industrias matrimoniadas y las otras. Esos premios, Savater… y a otra, los litros de saliva escandalizada para la cúpula, las visiones de Juan Manuel de Prada, ella, Rosa Montero, o el más allá de la inteligencia transmutada en éxito según Zafón.

Nos rodea un ejército de inanes muy bien organizado.

Seguramente voy a seguir aquí, pero porque estoy consiguiendo que aquí en términos nacionales no signifique casi nada, como si hubiera conseguido llegar a ningún sitio.

Encontré el blog de Paco Gómez Nadal después de tantos años de todo, después de tantos años del viaje a Blufields en el que nos conocimos, ese viaje que contaron incluso quienes no estuvieron. Lo encontré por azar, y no podía pasar nada mejor este fin de semana que ese reencuentro y poder leerlo. Se lo dije a él y lo repito aquí. Gracias. Hacía mucho tiempo que alguien no me despertaba tanto y con palabras tan exactas.

Seguramente voy a seguir aquí por el apego a lo concreto. A la barca del pueblo innombrable con la que ayer no pudieron cruzar porque el río estaba muy crecido, a los atardeceres rojos del Castellar, a mi tiempo lento (ese que me intenta fregar con sus chorradas el ejercito de inanes). A las comidas con amigos que se explican con Quevedo, que cuentan admirados las conversiones y suspenden el juicio. Tengo la suerte, rotunda, de conocer a unos pocos capaces de parar la verborrea en seco con palabras enjundiosas, como quién asusta las judías con un jarro de agua fria y luego les sube el fuego, para que no sea siempre todo, inevitablemente, tan inane, tan inane.

y menos mal, porque como Javier recitó ayer:

A los suspiros di la voz del canto,
la confusión inunda l'alma mía:
mi corazón es reino del espanto.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Salvese quien pueda





Yo necesito una catarsis, me voy a encajar la gorra y me voy a bailar con los Vetusta Morla.

Gracias chicas por tenerme tan bien orientada.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Barroco, esteticismo y antídotos. El chorizo.


 

-Aún estamos a tiempo de evitar que se pudra la fruta- le digo a Marisa- le voy a insistir a Inma 

-Hay un montón.

-Podría preparar una convocatoria para que los que estén en Madrid y quieran mangos y chirimoyas se acerquen por tu casa

-Dale

-¡Qué va Marisa! Si va Inma, desde Leganés hasta Alto Extremadura a por una bolsa de fruta tropical, es por razones sentimentales, por comerse un poco el molino, y por conocerte. Pero olvídate, ni modo chamaca, repártelo entre vecinos y pacientes, algo es algo. 

 

Hoy con el tema de la fruta podrida me ha venido a la memoria Peter Greenaway, tan barroco, tan esteticista, tan decadente. Me he puesto a buscar en youtube  (una ha llegado a creer que todo esta en youtube  o en google y las palabras mágicas en la memoria, más no, que decía la andaluza) 

Luego me he ido de una a otra y me he acordado de un concierto de Michael Nyman en el Teatro Principal. El público pidió tantos bises que a mi se me fue totalmente la olla. Solamente era capaz de notar con verdadera intensidad el olor a chorizo de Leonardo, y solamente era capaz de pensar en el olor a chorizo que debíamos exhalar todos. Veníamos de merendar (tú estabas aquella noche Antonio ¿te acuerdas?)

Por supuesto oculté durante años ese rapto plebeyo, que  fue tan intenso porque se produjo a traspiés, en medio de unas cuatrocientas catarsis.  Pero a estas alturas no puedo seguir omitieno que marcó mi biografía. 

Y de una a otra me acuerdo de Leonardo. Durante años no fuimos sólo amigos, parecíamos una prótesis el uno del otro, hasta nos dio una temporada por estudiar matemáticas.  Leonardo: Argentino-Israelí. Pelirrojo. Desertor. Kiburtziano. Siempre fingía ser torpe hablando en castellano para poder hablar poéticamente, al pedo, ad libitum, todo el rato. Y lo mejor. En situaciones  especiales de indignación o borrachera, Leonardo juraba en Hebreo.  

Lo voy a buscar en el google.

martes, 25 de noviembre de 2008

Para dar aliento

 

 

 

Mis amigas antitaurinas quieren que les explique, otra vez, qué quiere decir eso de  templar, mandar y parar que, de pronto, tan bien les suena

 No es  fácil explicar a los antitaurinos lo que aprendimos en la plaza, la importancia de la distancia en el embroque.

 

lunes, 24 de noviembre de 2008

¿Entonces?


La noticia de divulgación científica que más me ha impactado es que uno se puede quedar ronco de pensar. Parece que el pensamiento activa las cuerdas vocales aunque no pronuncies ni una sílaba. 

Hay conocimientos que mejor no tenerlos. De no saber eso no me preguntaría durante un segundo de angustía si tengo voz cuando llaman a la puerta o suena el teléfono.

He cambiado de lámpara.  Si supiera darle la debida importancia a este cambio de luz no me quedaría ronca.  Además tengo buenos consejeros. Mi padre me dijo ayer, mientras me explicaba otra vez la crisis:

-Marta no pienses en nadie, ni siquiera en tí misma.


Robert Y Shana Parkeharrison


viernes, 21 de noviembre de 2008

Un colmo de la música: James Carter .Y otro colmo para lo que queda de tarde; Rof Carballo

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Dos inmejorables amigos e inmejorables lectores sin relación entre sí y menos hiperbólicos que yo, de esos que ya sólo leen cosas que les puedan cambiar, me persiguen, desde hace años, con la violencia y la ternura de J. Rof  Carballo.

Este libro que me dejó José y  que además es de la tía Julia se titula “Terapéutica del hombre”, y empieza diciendo: 

“Nace este libro de la reunión de tres principios que, en estos últimos años he visto con asombro manifestarse a lo largo e mi vida: la coincidencia, la convergencia y la aceleración” 

Vaya, para seguir leyendo. 

Buen fin de semana.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Tarea para hoy



pienso en el calor que teje la palabra alrededor de su hueso, el sueño que se llama nosotros                                            

                                                                                                        Tristan Tzara


El cuadro es de Peter Pommerer

domingo, 16 de noviembre de 2008

El funeral del Tío José María

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Fue decir paso de músicas y tener que ponerme a buscar una versión de A las barricadas. No había preparado la bandera ni la música por la superstición de que cuando lo tuviera todo listo se iba a morir del todo. Por fin ha logrado morirse, también del cuerpo, mi tío José María, mi maestro, mi camarada, a los 94 años.

Pasamos la tarde organizando por teléfono en secreto. Manolo y Sandra las flores, rosas rojas, ¡claro! dijo Mapi. Con la frase de la cinta hubo acuerdo inmediato.
El bien más preciado es la libertad. Amanda encontró una versión de a las barricadas de Gotan Proyect estupenda que yo no encuentro aquí. Pedro encontró una bandera de terciopelo en Barcelona. Mientras yo ya había quedado con una amiga de Javier en recoger una tabla con la bandera hecha con pétalos para cubrir el ataúd, Mapi se encargó de recogerme en la estación para ir a buscarla. Todo listo. Un detalle. El texto. Sólo lo habíamos leído Pedro y yo, los Peña lo recibieron todos juntos en la oficina y dieron su aprobación, todos los demás también.

Sobre las siete y media, antes de que Mapi se fuera a trabajar , cuando había mucha gente. Pedro paró al público y dijo lo que había que decir, Sandra puso la música bajita, Noelia, creo, me pasó el agua, y yo leí el texto:
 

José María era anarquista, a los anarquistas siempre nos acusan de utópicos. U-Topos es un lugar que no existe. Y la ponderosa no existía hasta que José María la inventó, por lo tanto se cumplió su Utopia. La ponderosa, quienes crecimos allí lo sabemos, era la República Utópica del tío José María.

José María perdió la guerra pero no los ideales. Reprodujo en la Ponderosa el sueño de su paraíso y nos convirtió a sus sobrinos en sus camaradas, a sus sobrinos y a los amigos de sus sobrinos y a quien viniera por allí. Nosotros tampoco hemos perdido los ideales que nos enseñó, y por eso esta iniciativa de tomar la palabra, como un homenaje a quien nos educó y nos aguantó tantas tardes de verano.

Porque el tío José María nos enseñó las cosas más importantes, pero eso lo hemos ido descubriendo con la edad: nos enseñó historia en primera persona, nos enseñó a compartir, nos enseñó que el pecado no existía y el cuerpo era algo sano, y que el bien más preciado es la libertad, y que solos no somos nada, que es de las más profundas la palabra colectivo, que solos no somos nada, nos enseño que no importaba ser utópico, siendo utópico puedes conseguir la mitad de lo que te propones, y haces mejores a los demás, aunque no quieran.

Quiero dar las gracias a todos los que ayudaron para que lo hicieramos bien. A mis primos y a mi hermana por ser una maquinaria tan bien engrasada, made in Ponderosa. Pero sobre todo a Amanda, que oyó mil versiones de la canción hasta que encontró la que era, y a Lola Vicioso, que bajó de propio desde Torrero. 




viernes, 14 de noviembre de 2008

No estoy para músicas, o bien, subir es fácil; ¡pero bajar!


¿Cómo va a ser el despertar de este encantamiento masivo? ¿Cómo es deseable que sea?,

Me llevo preguntando eso toda la mañana. Esta vez es a lo bestia la maldición china, la de
Ojala vivas tiempos interesantes.

Y recuerdo de pronto el basurero de un restaurante, lleno de muslos de pollo rellenos, y huevos duros mordisqueados un poquito, y ensaladas de atún, nada más volver a España (odie a todos los occidentales más jóvenes que mi abuela durante muchos días) me acordaba de Antoñita y sus ataques de asma, incurables porque llevaba tres años de retraso de crecimiento por el hambre.

Es jodidísimo volver a la tribu, luego se olvida, pero durante unos años sabes exactamente lo que hay en ti de tribu. Era difícil mirarse en ese espejo bifronte cada opulenta navidad.

También he visto a muchas buenas cabezas de mi generación atontarse en las garras del glamour y los privilegios. Espero que recuperen pronto la lucidez. 

Vamos a pasar por tan malos tiempos que habrá que administrar hasta la compasión. 

Menos mal que nunca hay que administrar la empatía.

No hay nada bueno en la pobreza, la pobreza nos hace crueles, y mezquinos y lo que es peor, culpables (sobre todo después de tanto fingir que la aparente riqueza era un mérito, la virulencia de la pobreza va a ser asoladora, después de tantos años jugándonos el pellejo al triunfo y al fracaso crematístico) En todo caso en la pobreza hay una cultura inmensa llena de cosas estupendas que espero que no se haya olvidado en unos pocos años: estirar un pollo para tres comidas o algo tan difícil para nosotros: compartir.

Los grandes perdedores de esta partida de monopoli son los que nunca jugaron, como siempre. Los mileuristas sin hipoteca pasan a tener una situación envidiable. Porque hay muchos, muchos sueldos de seiscientos euros, que además son inestables, y que ahora les interesan a los españoles, y además hay muchos, muchos inmigrantes con hipoteca. Menos mal que, algo bueno les tenía que pasar, aun se acuerdan de estirar los pollos y de compartir.

Además habemus crisis con peculiaridad,
como bien apunta Jesús, algunos dicen saber a qué hora termina. ¡Vaya crueldad añadida tenernos mirando el reloj!

La imagén es de Juan Muñoz.