martes, 5 de febrero de 2008

Y sigue ahí la sombrilla

Hay una tristeza, leve, que es tan agradable, y la tía Pili la nota y me propone una sopa.

Pocos días, pero a veces me dejo invadir por esta torrentada, no evito la música de la carpeta prohibida, o me voy con el periódico al río, o releo cuadernos. Creo desconocer la nostalgia casi todo el año, siempre la esquivo a la brava, pero quizá sea esto, si es esto me está sabiendo dulce; no es más que seguir con esa costumbre familiar de irse a otra punta, o subirse al último peldaño de la escalera para mirar al vacio.

-Ya hablas como un Pc

Me ha dicho doña
Sonia Antón hoy.

Y también dijo un día doña
María Salgado en su blog

"no se trata de cobrar o no cobrar, tal no es, ni mucho menos, el dilema; no se trata de (con)vencer o no (con)vencer, tal no es, ni mucho menos, el dilema; no se trata de tomar el poder o no tomarlo, tal no es, ni mucho menos el dilema; no se trata de censurar(se) o no censurar(se), tal no es, ni mucho menos el dilema; o, en todo caso, son dilemas ficticios fruto de contradicciones más graves, dilemas que sólo pueden atascarnos"
(para quién quiera leer la entrada entera, incluso hacer)

Nunca digo nada de la tía Pili, en fin, un día lo haré, no es reconfortante solo su sopa.

La bici es de
Giuseppe Pongolini Matternita