viernes, 15 de agosto de 2014

Lo único urgente





es que preparemos bien nuestras agendas de satisfacción y las cumplamos.

En lo verbal eso fue lo mejor de ayer.

En lo no verbal estaba todo lo demás. El plan centroaméricano de las crónicas sin fotos, con Albereto dibujando, pensado desde la que ya es nuestra playa, después de una gran nadada. El sueño cumplido de tardadas inmensas pelando patatas o cualquier otra cosa en el alda, mientras se conversa y no es nada verbal El olor intenso de este pasillo. La oportunidad de compartir el dolor, para nosotros único, de la Otaegi. El  amnésico crujido, que imposta el crepitar del fuego, de la silla eléctrica para moscas que hemos puesto en la cocina después de que fracasaran todas mis investigaciones mosquicidas. La memoria de este día del año pasado, de aquella soledad de tango, un  buen motivo para celebrar el paso del tiempo.

porque sin cumplir esa agenda no vamos a tener fuerza para na, y nuestra fuerza nos hace beaucoup de falta.