
Una vez convencida me he acordado, inevitablemente, de una conversación de octubre, cuando el Rubio me dijo ¡con todo ese impulso nórdico!
-Asume tus responsabilidades, escribe
Y fue terminar su frase y levantarse un aire que hizo volar, no sólo los vasos, también la botella de Veterano que estaba llena. Y no supe qué pensar.
Luego mi cabeza en el exterior me sugirió en una conversación de chimenea.
-Sólo tienes que seguir, y contó largo y tendido: 1, 2, 3…
Antes de tomar la decisión del todo he leído un ensayo sobre el ensayo. Teodoro Adorno dice exactamente lo que quería oír en El ensayo como forma
Me ha convencido, puedo asumir el pensamiento como tanteo El ensayo como prueba. Sobre todo acompañada de un hombre sin atributos.
Y allá voy, si algo proporciona Musil es higiene mental, además, como decía el Chele: “hay que estar en algo”
Las manos son de M.C Escher