sábado, 8 de marzo de 2008

Post siesta sabatina




En Centro América hay ley seca tres días antes de las elecciones. Íbamos a “La tiendita el calvario” y bebíamos las cervezas envueltas en servilletas, por si venía la poli.

Lo de los atentados es todos los días lo más jodido, aquí, en Palestina y en Irak y ... hoy, en mi caso, hay dos coincidencias que me hacen este especialmente cercano y absurdo: soy hija de un cobrador de peaje socialista, a solo unos cuatrocientos kilometros.

Tengo que ver una película de Buñuel en la que mira con estupor, casi a la presocrática, el moderno terrorismo, ahora no me acuerdo, sé cual es pero no me acuerdo del título.


Anotado en el rabillo del ojo cuando venía de trabajar, para un culebrón elegante:

A esta hora, con este sol, con este verde, lo que deseo exactamente es una vida bien conversada, seguir conduciendo, y a ti como copiloto con quien callar y hablar, estés o no estés, durante muchísimos kilómetros iluminados exactamente así, por esta luz cobre.

Alguien me recordaba el otro día en un correo que
estamos en derrota, nunca en doma. Me gusta que otros me recuerden las cosas que no se me olvidan.

Mi padre me persigue con un chiste:

Se sube un loco a una tapia y no hay manera de hacerlo bajar, hasta que llega otro loco, pide una cuchilla de afeitar y dice:

-bajas o corto la tapia.

Y también me persigue este otro que le oí contar una vez ¡a Panero!

Van dos locos por la vía del tren y uno dice:

-qué escalera tan larga

Y el otro le contesta

-lo malo es lo baja que está la barandilla.

La imagen es de alguien que me gusta muchísimo
Robert Smithson

Fin de la demencia . Creo.