Esclarecedor final de
una conversación veraniega al borde del barranco con el niño Escarpa:
-Eso es, ¡¡¡Eureka!!! Eso exactamente somos: ¡barrocos borrados!
Vómitos auditivos
Cuando oigo a alguien autodenominarse artista siento unas
tremendas arcadas que empiezan en el pabellón y acaban en el lóbulo de la oreja:
como si les oyera decir de sí mismos que son sabios o que son genios.
Uno puede decir que es pintor, o fotógrafo, o director de
cine, músico o escritor y hasta, si me apuran, poeta. ¡Pero artista!
El placer del
titubeo.
O la ración de adrenalina necesaria que nos traen los pequeños
misterios.
Propósitos higiénicos
Mantenerse a una distancia prudencial del yo, alejarse el
doble cuando se encuentre con halagos: esas potentes máquinas de hacer el vacío.