jueves, 26 de abril de 2018

También de pequeños estuvimos en peligro o epidemia de cólera.







Sigo disfrutando mucho de la teoría de las tres edades. Estoy cada vez más convencida, con Musil, de que tiene que haber más permutaciones, para todo. 

La teoría de las tres edades se la debo a una de esas noches llenas de comer. Juan Cruz Móctezuma siempre decía que yo tengo 6, 30 y 110.

He estado hablando con mi absoluto coetáneo, Bernal, de lo que nos ocurrió en el año 71, a los seis años, hemos reconstruido lo mejor posible, hasta destilar una imagen: la del terrón de azúcar que nos dieron después de vacunarnos porque había una epidemia de cólera.

Vivir una epidemia a los seis años deja secuelas hipernemotécnicas, fijo que sí.

Porque hay que dispersarse, que sino, nos escribimos una novela esta noche sobre ese año. ¡La cara  de Javi en la bici lo dice todo! ¡Epidemia! David y yo mirando a la derecha, como si de allí manaran los virus.

Como dice el interlocutor coetáneo, siempre exacto:

-¡Qué miedo! Pero ahora, entonces aún no teníamos miedo



viernes, 20 de abril de 2018

El tiempo y los premios.


Como aún no es replicante, no ha puesto la posibilidad de replicar su entrada, pero como es un oráculo yo me tomo la libertad de cortar y pegar, allá va Silvia Alfayé, la lucidez reconfortante de la Silvi, con una foto de cuando era humana que le birlo por el morro de su muro.
Ay L´amour.
Nos habían hablado durante años a la una de la otra pero no nos queríamos conocer:
-Menudo huevo si después de tanta publi nos caíamos mal-dice sensatamente.
Ya mi tío Teódoro comentaba:
-He visto a la mozica de Paco el del cine mirando correr el agua sentada en el escorredero. Sabes qué, esa chica piensa, es muy especial la chica del Alfayé. Da gusto hablar con ella.
Que hable pues:
"Auténticas replicantes"
Ahora que está tan de moda entre quienes practican la autenticidad y la alternatividad, he decidido que yo también quiero molar y ser una de esas nuevas mujeres humanas trascendentes y superlativas. Así que voy a hacerme ecobruja postmoderna, viajera y mochilera cósmica, meditadora libre, amiga de niños y animales -a ser posible no europeos, que quedan más exóticos-, artista poética de la pista, y oenegeista. Ponerme un piercing falso ha sido solo el primer paso.
Para eso, y después de unos cuantos cursillos amables sobre la trascendencia y el infinito -la terapia de verdad no da caché en las redes sociales-, y de varios viajes a otros continentes bien rentabilizados fotográficamente, voy a dar paseos conscientes por la naturaleza -vamos, como he hecho toda mi vida sin enterarme-, voy a celebrar alegremente mi menstruación, voy a adoptar un chucho o un gato -lo de correr con lobos está demodé-, voy a petarlo con el mindfulness y el wellness, y voy a compartir con vosotros mi sensibilidad y mi sabiduría condensándola en frases filosóficas súper sofisticadas -"yo soy yo"-, acordes con la tipa alternativa y profunda en la que me habré convertido.
El siguiente paso va a ser mostrar mi renovado ser a todo el mundo -ese que no me importa nada porque YO ya me he liberado de mi ego-, poniendo fotos mías muy glam en blanco y negro como perfil de Fb, con parte del pelo tapándome la cara y mirada intensa, y quizás un hombro o una espalda desnuda e insinuante -pero solo lo justo-, como si todo fuera muy casual después de 200 tomas. Y no es porque me sienta tan auténtica e interesantona que ya solo quiera follarme tántricamente a mi misma, sino por una mera y desinteresada función didáctica y social: mis imágenes os van a educar y os van a mostrar el camino a seguir, y yo lo haré por vosotros, y para cambiar y salvar el mundo. Porque soy así de generosa, así de original y de genial. Imaginad lo que puedo hacer con vuestras fantasías anti-sistema. Eso sí, no me busquéis más por nombre y apellido del DNI, que es muy mainstream y no es de guapas; a partir de ahora, llamadme Nuwanda Yo te Cielo.
Y, si me queréis, no me digáis nunca que soy una replicante, no sea que despierte de mi autocomplaciente ensoñación.

miércoles, 11 de abril de 2018

Llueve








Hay veces que imagino que se ha puesto a llover en todo el planeta. Estoy descubriendo a qué se refería mi madre cuando decía "dolor de huesos", y, trozo que me duele, trozo que me envuelvo. Soy un desastre con las vendas, parezco una momia desordenada.


Primavera Provisional

Deja fluir mis huesos entre las hojas
entre las hojas nacidas de haberte conocido
un día de lluvia
cuando los barquichuelos de tus orejas
cortaban las flores ocultas bajo los nombres de mis calles.

De Ailleurs Juan Larrea