lunes, 25 de abril de 2016

¡Están más negras que un betunero!




Así resumiría mi madre la situación de las mujeres mexicanas, ¡están de mírame y no me toques! No pueden con más muertas, con más desaparecidas, con más piropos: con más miedo. No están dispuestas a aguantar nadita. Y ya son muchas las que ante los embistes en la calle se vuelven y confrontan al tipo, cuando lo hacen la mayoría sale huyendo, se asustan por lo imprevisto de la respuesta. Es arriesgado pero diz que funciona.

Ponían los pelos de punta tantas cruces, pero pone los pelos de punta mucho más adentrarse en la criminalización de las víctimas. Tengo el privilegio de ver con que meticulosidad forense las gentes del Lado B van aíslando cada palabra, cada idea, cada emoción podrida en el subconsciente colectivo, y preguntan y preguntan y preguntan, y luego relacionan y combaten.

¡Qué marcha para el recuerdo la de ayer! Hacía muchísimo sol y mirara a donde mirara veía a un ser bello y conocido correteando con una cámara o una grabadora o ambas cosas: a Ambar, a Tuss, a Samy, a Karen, a Quetzal, a Mayita, a Ely, a Mar y a su madre...Lo dicho. Están muy hartas las mujeres en este país, y empiezan a estar muy unidas.