viernes, 2 de octubre de 2015

Del placer de hacer albóndigas oyendo a la Estrella. Y de la salud.

              

 

                      El lunes empezó de un modo inmejorable. Tenía que preparar lasaña y albóndigas y llegué a la cocina justo cuando empezaba un concierto de Estrella Morente. (1) (2)

                      Un rato después me contó mi padre que acababan de llamarlo de la Seguridad Social y le habían dicho que mi madre, que era voluntaria en una investigación y había pasado por gusto un montón de chequeos,  bueno, pues que estaba sana como una manzana.

Cada vez me gusta más cómo se murió; como era. Ella también hubiera disfrutado de la Estrella y los canelones un montón, disfrutar es el mejor ejercicio para la salud.