
El día que conocí a los Soperos personalmente Óscar puso la foto de arriba en el blog y anotó la sensación de que nos conocíamos desde siempre. Y cuando lo leí me pareció precioso y exacto.
Como se hace con tranquilidad con los buenos amigos, dejo pasar mucho tiempo sin decirles nada, aunque paso con frecuencia por su vertiginoso blog, oigo sus programas, veo sus series, sé qué música escuchan, si se están cambiando de casa, si les han robado la bici, cuánto llovió en sus terrazas.
No les digo nada pero hablamos mucho de ellos con el primo Antonio.
¡Y menudo vaso comunicante el Ezpe!
¿Por qué no les dejo notas?
Eso, ¿por qué no les dejo notas?
Porque soy una extrovertida tímida, un mejunje. Sosa vaya
Hoy quería darles las gracias por su compañía y, también, por ser de la gente más higiénica que he conocido en el mundo literario, de los pocos absolutamente inmunes a sus esquinas sórdidas.
Desde que Antuan me hizo llegar "Prótesis", el libro de Pepe Maiques, no he dejado de llevarlo pegado de un sitio a otro intentando elegir un poema, todos me parecen buenos. Hoy me he decidido. Allá va.
junio ha traído maderas en el agua
estoy quieto mientras el viejo come
desnudo con pequeños movimientos de cabeza
vamos a hablar de lo que nos atañe
mediodía ventoso
cuando nos queda tanto por hacer
descordar el pasado del presente
convertirlo en sombra
hojas que bailan sobre nuestras cabezas
ligera multitud asomando sobre el tiempo
encendido