
"El tiempo de la atención se parece a un nunc stans, a una miniatura de eternidad (...)
Por este rasgo la atención se opone precisamente a la curiosidad. El conocimiento de lo esencial no se obtiene por la acumulación de lo diverso, sino por una profundización continua (¿infinita?) de lo mismo (...)"
Simone Weil. La conciencia del dolor y de la belleza
La foto es de Roberto Lobera