viernes, 25 de febrero de 2011

De un chaquetón rojo a Changes


La memoria llega por piezas, primero me llegó un chaquetón de cuadros rojos, luego el sonido de una ambulancia y el tapizado del sofá en el que estaba leyendo cuando me oí pensar: ya traen para que se muera al abuelo. Así, con la frase desordenada, con el sujeto al final.
Tardó a morirse, yo me senté mucho rato en el sillón de siempre. Desde allí se les veía a los dos reflejados en el espejo del armario, la abuela le hablaba, y luego pasó Paca, que también a través del espejo dijo:
-ya se le está alargando la nariz.
Y fue como si me corrieran un telón, porque después mi madre me mandó a casa.
Claro que crecíamos antes, yo tenía quince años y al día siguiente me encargó preparar dos ollas de sopa.
-Murió anoche el abuelo. Bueno atenta, ve a la carnicería y le dices a Amelia que te de un kilo de mayor para caldo y un buen trozo de gallina, en la nevera tienes huesos de jamón, no eches mucho que se pone rancio. Ya sabes cuanto lo tienes que tener. Lo metes en botellas y lo bajas en la bicicleta.
Cuando llegué encontré un cuadro inolvidable, el abuelo estaba en el patio, metido en el ataúd, y mi tío insistía para que mi prima lo besara. Me sentí confusa pero, parapetada con las botellas de caldo, pasé rauda hacia la cocina, en el trayecto encontré una mirada furibunda de mi padre que no supe interpretar. Ya en la cocina me lo explicó todo mi madre.
-No mujer, si no lo quieres besar no lo beses, el tío es un burro. Lo de tu padre es porque has venido de rojo y esto es un funeral. Pero no le hagas ni caso, no tiene ninguna importancia.
Ana ya tenía dieciocho y una furgoneta a la que le faltaba la puerta del copiloto y que olía a vaca, después del entierro, en el que yo me sentí todo el rato vestida de rojo por culpa de mi padre, nos fuimos a Monzalbarba con la música a tope, lo mejor de aquel día es que Ana me regaló la cinta: el Changes de Bowie.
Acabo de pasar por el blog de José Marí y he encontrado esa canción. Tenía el chaquetón y la banda sonora, ¿por qué iba a dejar de contar lo de dentro?