Isabel y yo nos hemos ido juntas a pensar en la Cachada, me sigue despertando temprano desde la isla Reunión. Para hablar de Centroamérica no podíamos repetir lo que llevamos diciendo veinticinco años, teníamos que escuchar de nuevo. Ella se lanzó a platicar de profundis con una de las actrices de ese grupo y estoy aprendiendo muchísimo de esas conversaciones. Ojalá me cambié la minuciosidad con que palabrean el mundo esas dos guanacas lindas.
Las paginas felices y el precio de la libertad
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«Me ha ocurrido en esta vida lo más triste que podía ocurrirme: de poeta
que era me he convertido en autor. Creo que de un modo u otro fui un
auténtico ...
Hace 22 horas