jueves, 31 de octubre de 2013

Sobre la transparencia.





Me estaba preguntando si el lenguaje modifica el carácter, no creo que en América Latina haya menos gente turbia, pero sí estoy firmemente persuadida de que lo tienen más claro cuando lo son.

Lo que más me gusta de esa palabra es la uuuuuuuuuu, oscura y alargada, y puesta al principio, y con una errrrrrre muy fuerte después, que integra la bronca y la bruma.

Y por último no me desagrada nada que siempre se pronuncie acompañada por un deseo:“no seás”. Que advierta, que muestre, que prevenga.

Por aquí sólo se dice “veo turbio” cuando se empaña un ojo o cuando baja el río así, y nunca es reflexivo.