lunes, 4 de agosto de 2008

Enumeración



Olor a sábado y domingo por la mañana, olor a ternero si viene Búfalo temprano y a limpieza si viene a tomar el vermouth, olor a perfume exquisito de ejecutiva a las diez y cuarto, olor a sábado por la mañana otra vez, olor a nada, que no es lo mismo que no oler, el olor al jabón y la lejía de Rosa o de Fatima, mucho olor a excursión, y luego olor a enfermera, olor a carretera, a cansancio y angustia, o a madrugada feliz antes de salir de viaje, o a pienso, olores de la infancia; a colonias frescas y a cremas untosas, olor a campo y a ovejas: el pastor, o su hijo, también pastor; los domingos muy temprano, olor a sudor, olor a alcohol y olor a café, y un olor aniquilador de olores; el de los chicles que parecen puestos entre los clientes y la caja para eliminar a los otros. El cincuenta por ciento de los que se encuentran tantos chicles delante compra un paquete y lo abre con prisa. Terminaría predominando estadísticamente el olor a menta y el olor a gasolina. Se me olvidaba el olor a pan.

Las firmas, los que firman retorcido, los que hacen un rayajo, los que quieren parecer ágiles, los que no encuentran el bolígrafo, los que firman en el papel equivocado, los que casi se llevan el papel que han firmado, los que ponen un punto apenas, los horizontales, los verticales, los serenos, los urgentes, los minuciosos que repasan las vocales, los de la redondilla, los de letra picuda, los que tienen dificultades para firmar y los que se sienten elegidos para proyectarse cada vez que firman, los que se eternizan en espirales. Los que no saben si tienen fondos y firman otra vez aliviados. Los que casi ni firman porque les van a cobrar igual.


Estaba leyendo una receta cuando llego Julia, porque se llama Julia la señora de los domingos a las doce y diez, con un ramo de flores que olía y un tomate gigante.

-¿Claudia de quién son las macetas de albahaca que hay en los vestuarios?

Pregunté mientras intentaba calcular lo que pesaba aquel tomate

-Nuestras, nos ha traído un cliente una para cada uno, una es tuya

-Pues vaya coincidencia, ya tenemos preparada la cena. Tomate, albahaca, limón y aceite de oliva lleva la receta. ¡Qué olores!


-Suena bien, probamos y lo comentamos el domingo que viene. Se apuntó Julia.

-¿Pero tienes albahaca?. Espera que te damos, tenemos muchísima

-Vale yo os doy más tomate.