lunes, 2 de octubre de 2017

Después de tres terremotos escribir parece coser y cantar.








-No siempre se puede escribir, para poder escribir hay que permanecer mucho tiempo muy solo, muy ausente y muy quieto. Después de dos terremotos y las escenas de ayer en Cataluña, de más hago que no embisto.

-Tamaña está la cosa que tengo una amiga asustada de no tener miedo. Me gustaría que no sólo se independizara Cataluña, que lo hiciésemos todos, de muchas maneras, por una cuestión racional y sencilla: porque en un mundo absolutamente mercantilizado tenemos que volver al consumo local y a organizarnos en pequeñito, eso o nos vamos todos a la chingada rodeados de montañas de ropa que ha cosido una señora en una maquila que se va a hundir y la va a matar por menos de un dolar al día mientras nos comemos una aguacate que ha dado tres vueltas al mundo bien remojado en coca-cola. ¿Por qué se ponen tan agresivos los poderosos? ¿Por qué están matando y asustando y dividiendo a la población civil de mil maneras casi todos los lugares? Pues porque si todos hacemos algo al mismo tiempo los que se van a la chingada son ellos, y lo saben.

-Mientras tanto todo el mundo lee a su conveniencia los estragos del nacionalismo y no en todo se está pareciendo esta tercera guerra mundial a la anterior. ¿Va a haber guerra? Me preguntan los que no han oído hablar de ninguna que les roce y temen terminar viviendo en una película. Pues bien, sí, ya hay guerra, una guerra "distinta", en la que todo depende de los relatos. Ayer, gente a la que aprecio, que era racional, decía que la sangre de los heridos era falsa, ¿qué herramienta es esta que nos permite negar la evidencia en manada? ¿qué está pasando con nuestros cerebros¿cuándo fue la lobotomia colectiva? Lo dijo Julian Assange, con Cataluña ha empezado la guerra mundial también en Internet.  Una guerra fragmentada, por lo tanto casi invisible,  una guerra con cuyas batallas, como con los terremotos, no se sabe cuando empiezan y cuando terminan. Una guerra que en diferentes grados y con diferentes estrategias convierte 90% de la humanidad en su víctima.

-En una época de identidades uniformadas por el mercado la sensación de falta de identidad se nutre del modo más primario: primero la identidad sexual, la hipermasculinización y la hiperfeminización.
¡qué bien nos iría a los humanos si nos pudiésemos desnudar de lo femenino y lo masculino, que sólo es cultural, y sacásemos lo importante, lo común, lo que tenemos de personas! El otro yacimiento de identidad de mala calidad, de identidad urgente, es el nacionalismo.

-Ayer tuve la ocasión de contarle a Juan lo que está sucediendo en Cataluña . Él estudió política y como escuchador es un grande. Con tan buenos ejemplos a veces creo que yo también aprenderé a escuchar. El mejor método de aprendizaje es una vida bien conversada. Contar con los interrogantes de alguien que ve los datos y los relaciona desprejuiciado y presocrático, que tiene una mirada no viciada y te inaugura preguntas, eso es tener fortuna. Pude imaginar entonces muchos ángulos que no tenía previstos, ver, como desde un dron, que suceden cosas opuestas en lugares muy próximos simultáneamente y eso invalida los relatos. Saberlo es imprescindible para hacer bien los cálculos, pensar es dimensionar. Me da miedo volver a la tribu endogámica, autista, repetitiva, escuchar a la España que embiste y deposita su amor en dos trozos de tela china, los dos rojos y amarillos.

-Una vida bien conversada. Pensar con muchas cabezas, así pasen cinco quinquenios, quererse, acompañarse, entenderse, comunicarse.  ¡Si supiésemos aprovechar las ventajas de estar sincronizados! Don Luis Alvarenga, alias Tiburónidas, ha mandado desde San Salvador las palabras exactas para el día después, las que deberíamos releer para no ser tan necios y volver al peor pasado.

Ya lo decía Antonio Machado en "El mañana efímero": 

La España de charanga y pandereta, 
cerrado y sacristía, 
devota de Frascuelo y de María, 
de espíritu burlón y de alma quieta, 
ha de tener su marmol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
En vano ayer engendrará un mañana
vacío y por ventura pasajero.
Será un joven lechuzo y tarambana,
un sayón con hechuras de bolero,
a la moda de Francia realista
un poco al uso de París pagano
y al estilo de España especialista
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar la cabeza,
aún tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras;
florecerán las barbas apostólicas,
y otras calvas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas.
El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero,
la sombra de un lechuzo tarambana,
de un sayón con hechuras de bolero;
el vacuo ayer dará un mañana huero.
Como la náusea de un borracho ahíto
de vino malo, un rojo sol corona
de heces turbias las cumbres de granito;
hay un mañana estomagante escrito
en la tarde pragmática y dulzona.
Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea.