miércoles, 29 de abril de 2009
Cada casa con su comida y sus lecturas
Cada casa tiene sus lecturas y hasta sus comidas, a mi en Parador del Sol me da por hacer habas, se llena la casa de un olor verde, verde, y me dan ganas de leer a Ana María Shua.
Esta noche Blanca y yo nos vamos a ver al hermanito Joselin y, seguramente, cenaremos tortilla de patata e incurriremos en Canetti, en Musil o en Rof Carvallo.
Hasta que lleguen mis invitadas, mientras se hace la carne, ¿cómo le gustará la carne a Tatiana?, me han entrado ganas de copiar un par de cuentos de la Shua, es leerla y que me entren ganas de copiar.
Puntualidad de los filósofos VII
Kant merece ser premiado por su ética, por ese imperativo categórico que tantas veces el Señor trató de imponer a través de numerosas y fracasadas religiones. La puntualidad es el máximo placer en el que se regodea el alma del profesor. Podría serle útil en infierno, donde los condenados cuentan cada minuto de castigo. Pero ¿cómo premiarlo en el Paraíso, donde la eternidad es tan intensa que no deja lugar a ninguna esperanza? Y el señor, compadecido, crea para él un breve tiempo que lo rodea y lo sigue como una nube personal, oscura, protectora: Kant y su tiempo vagan inefables por las eternas praderas mientras los ángeles ajustan las crepsidras a su paso.
La alegría tenaz
Sólo entonces se descubre que la tristeza, la ansiedad, el miedo, son reacciones defensivas del organismo, comparables al dolor. Como leprosos que se hieren sin notarlo, quienes padecen alegría tenaz están en constante peligro. A causa de la irritación que provocan en el prójimo pero también por falta de culpa o de temor, mueren rápidamente, impunes y felices
La alegría tenaz es fácil de confundir con la indiferencia.
El cuadro es de Remedios Varo
México, en estado de alarma. suma y sigue que esto caduca pronto
Se titula el Reportaje de Inés desde el D.F. sobre la epidemia y empieza bien, mi mayor fortuna es no tener amigos sosos:
Este lunes, a las 13.30, hubo un terremoto de escala 5. Los chistes afloraron:
-"¿Qué le dice México a la influenzia?
- Mira como tiemblo...
Y termina casi mejor, al menos yo estoy tronchada con una de las recomendaciones gubernamentales: “hay que toser en el ángulo interno del codo"
La foto es de Inés
martes, 28 de abril de 2009
Fernández Emigrante
La fiesta fue sorpresa, sorpresa, tengo que anotar los detalles para cuando seamos viejitos porque me va a tocar escribir la biografía de Fernández. Paradojas de las redes, o la prueba del algodón del bendito despiste y el poco ego del presidente, Nacho ni sospechó que le estábamos preparando una fiesta, y eso que varios metieron la pata y el cartel llevaba rulando por doscientos buzones dos semanas.
Me gustan también los días siguientes a las fiestas, cuando me quedo sola en esta casa, que está en las nubes. Todos dejan mensajes diciendo que llamarán más tarde desde bien temprano, que duerma dejan dicho en el contestador, pero a las nueve ya estaba despierta ¡y no hay café!¡sólo descafeinado! todavía no sé si me he despertado, sigo metida en el primer plano de una nube blanquísima y esponjosa, rodeada de azul, que no se menea.
Llevo diez años peleándome con el sofá, entre fundas, almohadas, almohadones, sábanas, más almohadones, y más telas y telitas, un día conté 35 piezas. Eso no es hacer la cama, eso es hacer un puzzle. Pero ¡diosito que no falten estas casas de todos! los lugares terapeúticos en los que conversar y descansar, pienso, y poco a poco me voy reconciliando, me acerco y pongo un trapito, me preparo un café, contesto a tres correos y empiezo a agrupar las telas por colores. Ahora ya me gusta tener que saltar por encima de los colchones que invaden el salón, si no fuera por este vagabundaje hipnótico no podría reconstruir los cientos de conversaciones inacabadas de anoche.
Nacho me llama a las once, hoy ad libitum. Llama la Blanch que está esperando a Tatiana, no saben si llegaran a cenar. A eso lo llamo yo también la distancia correcta, por algo Rene cuando me insulta me llama budista, taoísta y equilibrada, los más cercanos saben lo lenta que soy y el montón de soledad y silencio que necesito.
P.d. Muchísimas gracias a todos, por todo, sois una máquina bien engrasada. En especial a mi compinche Escarpa. ¡Vivan los extrovertidos tímidos!
lunes, 27 de abril de 2009
De los trabajos y los días
Cuando no logro aliarme con el insomnio me levanto con la impresión de estar atrapada por telarañas, amarrada por muchos hilitos finos que no me van a soltar.
Sigo soñando, todas las noches, que la cama es una cebolla, y que cada frazada cubre un sentido, voy quitando capas y creo que, en lugar de taparme y destaparme, estoy teniendo revelaciones o velando evidencias. Durante muchísimos años soñé subiendo y bajando escaleras. Lo de las capas es menos fatigoso.
Sigo conduciendo , nadar y conducir son mis estrategias, en el agua y en la carretera hay silencio, atención y tiempo, y yo no conozco otras maneras de sacudirme las telarañas.
El cuadro es me Joan Miró
martes, 21 de abril de 2009
Sobre el amor y el tiempo
Retorno a Marlango
lunes, 20 de abril de 2009
Una ráfaga de la primavera del año pasado.
Merci por la petit regresión maestro, me gusta ese pellizco en el que se te ve.
Disonancias del arcoiris o efectos de la fatiga
Me gusta atravesar los climas, ser yo quién los recorre, aunque sea tan pocas veces. No siempre tengo que quedarme bajo algunos soles de justicia o cubierta por la primera nube hasta que termine de descargar.
Suelo cruzar la península un par de veces entre abril y mayo, siempre intento ir al molino en primavera, después de años y años cuidando raicillas y hojas llenas de pulgón en estrechas macetas, he sido premiada con un vergel que ni abarco. Ayer compré un jazmín y los socios lo miraron y me miraron raro ¿Cómo eres capaz de perder el tiempo echando de menos una especie? ¿Cuántas veces hemos hablado de los riesgos de la acumulación, la sobreabundancia y la estética? creo que pensaron.
Cruzar la península hacia abajo en primavera. Contarle a Blanca, cuando pasamos otra vez por Despeñaperros, que siempre me sorprende que me de el agua o me encienda un cigarro mi copiloto imaginaria, y llegar al esa otra casa convencidas de lo importante que es comprobar, cada tanto tiempo , que funciona bien la telepatía.
Hoy tocaba subir la península, pero me quedé hablando hasta las cinco de la mañana con Rene y eso que teníamos reunión a las diez ¡quién desperdiciaría la posibilidad de tener una conversación anual que le cambie! ¡cómo te vas a ir a dormir cuando estamos recogiendo una cosecha de preguntas tan concretas y tan esperadas! ¡quién se pierde ese hilo cuando empezamos a replicarnos cantando el Juanita Banana!
Durante nueve horas, desde el molino, mientras atravesaba soles y nubes, he estado intentando recordar el poema, luego el cansancio me ha producido insomnio y me he levantado a buscarlo.
Disonancias del arco iris en la telegrafía inalámbrica de la Torre
Mediodía
Medianoche
En todos los rincones del universo se murmura: "Merde"
Rayos
Cromo amarillo
Nos hemos contactado
Los transatlánticos se acercan desde todas las direcciones
Desaparecen
Todos están en movimiento
Y los relojes marchan
Paris-Midi informa que un profesor alemán fue devorado por los caníbales en el Congo
Bien hecho
L´Intransigeant publicó esta noche poemas para tarjetas postales
Es idiota que los astrólogos roben las estrellas
Cuando ya no se pueden ver
Le pregunto al cielo
El servicio meteorológico indica que el tiempo empeorará.
Blaise Cendrars
de Poemas Elásticos
lunes, 13 de abril de 2009
Mensajes a la deriva: otra historia de la ciudad
Me he puesto a vagar por el youtube nada más llegar a casa, la semana que viene nos toca el tema de la ciudad y siempre me pongo un poco neurótica con ese tema, ese sí que es potencial.
domingo, 12 de abril de 2009
Imaginantes
Merece la pena echar un ojo a las animaciones literarias de los Imaginantes, además han subido cosas nuevas.
Hacia el silencio
Me gustan tanto los demás como estar sola, y claro, siempre temo que se rompa el frágil equilibro.
Si uno de mis alumnos escribiera esa frase la nota diría:
frágil innecesario, es el ejemplo de cómo una palabra puede cargarse una frase, o de como los adjetivos suelen restar intensidad: además, frágil ¿por qué?, resulta más sugerente "equilibrio" a secas, y luego, que de equilibrios tenaces nunca se habla, así que de los frágiles tampoco se debería.
Si lo pienso detenidamente las propiedades de los sólidos y el equilibrio no tienen mucho que ver. El equilibrio es estable o inestable. Y si veo la paja en la frase ajena, debería acabar con las fragilidades y las tonterías en las propias.
La foto de Toni Oursler
miércoles, 8 de abril de 2009
Si decido ir en tren la otra quiere ir en coche
No es fácil ser géminis, o indecisa.
El lunes tocaba el tema del personaje. Nunca me preparo mucho esa clase, soy consciente de las gilipolleces que puede uno pensar en casa, solo, y a las tantas, sobre cualquier tema, pero más sobre ese en el que nadie se ha puesto aún de acuerdo ni en cómo teorizar. Siempre descubro que todos sabemos mucho más de lo que creemos sobre personajes, y mi reto es hacer funcionar la memoria.
A veces pienso que los personajes que nos influyeron, nos influyeron tanto que ya no somos capaces de discernir; los incorporamos a ese conjunto de fragmentos que nos consiste, por no decir eso tan horrible: a nuestra personalidad y, tan ingratos somos, que ni nos acordamos de cómo se llamaban.
El tren fue un transporte inspirador el día que nos tocaba el tema de la casa. Mirando por la ventanilla se ve desde un desprendimiento muy saludable. Cuando viajas en coche poder parar es una posibilidad que desvirtúa: parar es apropiarse. Desde el tren no, desde el tren el paisaje y las casas se deslizan, son potenciales.
En el tren era más fácil encontrar algún personaje, pero fui a la primera clase en coche. Aparqué enseguida (esa estúpida suerte para las cuestiones menudas) Habíamos cambiado de lugar y llegue con más de media hora de adelanto, así que después de ver el aula me fui a comer una croqueta.
Hasta aquí la realidad, siendo despistada es fácil atravesar sus linderos y, buscando una croqueta, me metí en un prostíbulo a las dos de la tarde. Me salieron al paso botellas, muchas botellas de alta gradación que ya ni existen: creo que el pasaporte a la dimensión de personaje me lo dio una de Fundador que estaba al lado de otra de Licor 43, ¡hay segundos tan largos que me dio tiempo para ver a su lado una del familiar Machaquito! Algo hizo El Heraldo para acogerme. Pero detrás de aquel Heraldo había un camarero siniestro que mientras leía hacía cuentas extrañas mezclando aspas y números.
La luz es el noventa por ciento de la atmósfera Martita, esto será una quiniela, irte no puedes con toda esta gente mirándote entrar, así que habla que te oxigena-pensé. Y dije:
-Una caña
Y esa voz ya no era la mía. Era la voz del narrador pillado, convertido en personaje: debajo del foco contiguo me acosaba la mirada de un viejito predispuesto que le daba vueltas a una copa de coñac, y de banda sonora había una película en la que continuamente susurran. Hacía un calor de muerte allí dentro, pero no me atreví a quitarme el chaquetón, me acordé de que llevaba escote También me miraban, desde un rincón oscuro, con voces de recién levantadas, tres prostitutas casi ancianas.
-Vaya barro, se me han manchado las botas nuevas
-¿Las de leopardo?, ¿las que estrenaste ayer porque era domingo de ramos?
-y a mi chica le compré unos calcetines ¡qué pasa!, da buena suerte
-¿y qué te vas a poner esta noche?
-pues las he limpiado con un trapo húmedo y las he puesto en el balcón y a ver.
-¡cómo que te crees que así se te van a a curar!
Dijeron, y yo ya me fui, para hablar del personaje, o de mí misma desde la perspectiva de esos cinco.
La imagen es de Anna Bochdomingo, 5 de abril de 2009
Vagabundaje
jueves, 2 de abril de 2009
Los soperos y Benito
El Agua
El deseo es verdad que nadie detiene
sumerge a todo el que se interpone
cualquier contra es cauce en su carrera hacia la mar
siempre por el camino de menor resistencia
Las gotas son el origen del río
cantan unidas cuando se las lleva
Al nadador que monta el agua sin rienda ni brida
¿de qué le servirá querer parar la fuente?
Y si lo intenta
¿qué podría el agua responder?
Nada.
miércoles, 1 de abril de 2009
Se me mueven los planos
Vine obedeciendo a Sonia Antón, mirando por la ventanilla, y el paisaje estaba más verde, pero menos, mucho menos verde también, y verlo tan de corrido hizo que me dieran las ganas de resumir, enumere, minuciosamente, todos los planos desplazados de los últimos años, y no eran ni muchos ni pocos.
Tengo un reloj de arena que no sé cuántos minutos dura, que es lo mismo que no saber como funciona. Eso sí, sigo dándole la vuelta. Algo dirá.
Pero lo que quería contar hoy es una distorsión de planos que me sienta bien, porque ya es habitual, familiar, está asumida, es nuestra. Y a nadie le puede sentar mal una sobredosis de extrañamiento, es cuestión de no pensarlo de antemano. Además todos los desordenes pueden, si se les deja fluir, traer recados importantes, ser generativos. Esos choques de placas tectónicas, ya sé, no son recomendables en los restaurantes, una desorganización de distancias y horizontales y verticales y excéntricas no es, así nomasito, para un menú del día.
Pero cada seis meses, núnca más de nueve, Blanca me guiña un ojo y dice el abracadabra:
-¡Una cena rica niña Marta!
Da igual dónde estemos. Da igual el restaurante, aunque siempre la mesa está al lado de una ventana. He visto nuestras conversaciones desde seis o siete ángulos simultáneamente y suelo tomar como punto de referencia la ventana (que tengo un poco de vértigo) Para cenar sólo un apetito: vernos desde la otra silla. Encontramos, sin dificultad, alguno de esos restaurantes que dan vueltas y vueltas. Una vez, en Ámsterdam, una violinista se acercó para disimular nuestros gritos y con mi natural Sanuy la miré y le dije: Blanca esto no vale, que lo he visto en una película. En esas cenas se suceden cachimbada de catarsis, las catarsis, y de viajes, y de tristezas hondas, y otras veces hasta se puede oler la adrenalina. De pronto nos despertamos y venimos de San Salvador o del molino. El tiempo es de chicle.Luego las dos, que hemos perdido los planos hace rato, repetimos el himno de la revelación, alternativamente, cada poco;
-sisisisisi, ahora siiiiiiiiiiiiiiiiiii
Me acuerdo
Lo entiendo
Lo noto
Lo veo
Lo se
Que Siiiiiii, ya, estuvo, ¡que sí!
joderrrrrrrrrrr
Y poco a poco, después de muchos salmos, la mesa aterriza. Y dejan de llovernos platos.
-Que bueno está todo, pica ensalada.
-No, si no puedo
-Claro normal, ni yo, pero estaba rico.
-Hala vámonos, que hasta las velas se nos apagan.
Y luego ya todo es normal.
¿Quién habla en esa primera cena? ¿De dónde nos sale ese coro contrapicado de dudas y certezas, esa ubicuidad? Y sobre todo ¿Dónde estamos; en San Salvador, en Granada, en Gaza, en Quito, en Ruanda, en Santander, en Coin, en Madrid, en Ámsterdam.
Y decimos a la salida
-¡Eso no son restaurantes, son sitios extraños, como las ferias ¡
-Bueno tampoco es una noria todo lo que da tantas vueltas
-No, no, es nuestra vida chava, ¡un poco de seriedad!
-Entonces un gin-tonic
La imagén es de Tete Alvarez y se titula Trampantojo.