miércoles, 9 de abril de 2008

La sombrilla que tengo en el horizonte



Desde el punto de vista sentimental, el día de hoy no estará marcado por ninguna posición particular de los astros: ni positiva, ni negativa. ¡Nada en el horizonte!

Todos los días llega un horóscopo a mi correo que dice eso, y no puedo evitar leerlo, por si ha cambiado.

Lo único que he llegado a creer de los horóscopos es porque me casé con un géminis y siempre tuvimos la impresión de que había mucha gente en casa.

¡También hace falta mala leche para mandarme durante tantos años el mismo horóscopo! pero: ¿por qué iba a creerme esto del horizonte?.

Miro al horizonte y ahí sigue la sombrilla.

Otra vez un día Ph7, entre otras complicaciones porque es fácil convertirse en deseado ¡pero difícilísimo ser deseable!. Y también por la espinosa e histórica dificultad para desear con frecuencia.

Tanta insistencia strolgica deber ser por algo, pienso.

Y me quedo más rato mirando la sombrilla y le hago otra foto.