
Ayer, por asuntos periodísticos, pasé la tarde leyendo a Vázquez Montalbán y ¡tuve una nostalgia! ¡lo que yo daría por volver a desayunarme aquella lucidez! O la de don Eduardo Haro-Tecglen
Era hora de plegar la faena, o bien de mirarla desde otra punta más hojaldrada, y volví a los poemas de Vázquez Montalbán.
Los prejuicios hicieron que no lo tomara muy en serio como poeta hasta tarde. Lo había leído en la antología, aquel asunto mercantil de Castellet que sólo nos sirvió para jugar a los nueve novísimos (antes jugaba con Roberto y ahora con Gonzalo. Gonzalo tiene una trampa nemotécnica, pero aún así siempre falta uno, y nunca es el mismo. Yo siempre digo “Ullán”, pero sé bien que Ullán no estaba, se quedó fuera porque diez novísimos sonaba peor que nueve novísimos).
He de reconocer que descubrí a Montalbán como poeta a través de Loquillo. Oí:
y pensé
-¿Quién ha escrito eso? Ellos seguro que no.
Así que, como iba diciendo, pasé la noche de San Juan requetebien acompañada con la Poesía Completa de Manuel Vázquez Montalbán, en editorial peninsula y copié esto:
El cartero ha traído el Bangkok Post
el Thailandia Travel
una carta sellada
la muerte de un ser querido
para la muchacha de mi American Breadfast
cada mañana
aunque he pedido mi carta
no estaba
o no me la han dado compasivos
con el extranjero que espera vida o muerte
ignorado en un rincón de Asia
Y esto:
Tápate
tápate las metáforas, hace
un pequeño frío de pequeño invierno,
con un pequeño radiador, pequeño
tiempo para sentirnos juntos
menos solos
que solos habitualmente, menos sabios
para decir amor mío sin remordimientos
para creer haber sido elegidos,
Y este:
por qué la nostalgia del paraíso
exige el sacrificio de un elevado tanto por ciento de
realidad
por qué la huida es el estado perfecto de los seres
que han intentado saber el nombre de cuanto les rodea
la intención de todo lo que hacen
en abismos que te dejan en las fauces del absoluto
P.D ¿Alguien sabe qué hay que hacer para que este bicho te deje editar bien los poemas? Desisto.