viernes, 13 de julio de 2007

Un poema de "Lobotomía"





Lobo deseante y deseado


¡Qué contrariedad!

Un sol cenital imprevisto y sonllorante

lo tiene tirado contra el suelo.

Y no atisba el crepúsculo

ni avizora la primavera

ni está para orgías de luz.

El mediodía de plomo abrigador

lo tiene medio hecho trizas

y suspirando por una madrugada

con un nublado y una estrella

"¡Cuándo serán las nueve!" -musita anhelante-


Un compinche se aproxima auxiliador

"¿Puedo auspiciar tu todo interno?"

Le vierte una toalla húmeda sobre el testuz

y sus hocicos agradecidos

se aproximan en un beso.


J.Barreiro

Tener un maestro difícil no es fácil



Cuando las rutas lectoras habituales me aburren, y me aburro hasta de mí misma, tengo dónde recurrir. Un paseo tabernario con el maestro, el café en su casa y seguro que ve vuelvo servida, de lectura y de ternura.

Sólo in-extremis exclamo: ¡Javier dejame un libro que me mate! tampoco hay que abusar, así descubrí Locus Solus, de Raymond Russel, El ladrón de Georges Darien, al mejor Sender...

Cuando yo digo las palabras mágicas Javier entra en la bodega dónde guarda los buenos vinos y los buenos libros y sale blandiendo una edición amarillenta, es un pedazo miope, se baja las gafas y mete la nariz entre las páginas, me mira retador y dice:

-Ya te puedes ir ya, que vas bien servida. A ver si dejas de una vez a esos vejestorios del Circulo de Frankfurt y lees en condiciones, que luego me vienes con tus anacronismos y tus episódicos desconciertos.


¡Por nada del mundo quiero que se entere de que tengo un blog el maestro!. Aún me acuerdo de cuando me dieron una columna de opinión y yo tenía 23 o 24 años, cada vez que la publicaban me sentaba al lado del teléfono esperando esa voz rotunda de tenor:

-Pero mira que eres burra, puntual solamente se puede aplicar a la hora, los hechos puntuales no sé lo que son.


Así las cosas dejé la columna, no quiero dejar también el blog, que me entretiene.
Ah, ayer me traje "Versión Celeste" de Juan Larrea y "El gran cuaderno" de Agota Kristof.