Lobo deseante y deseado
¡Qué contrariedad!
Un sol cenital imprevisto y sonllorante
lo tiene tirado contra el suelo.
Y no atisba el crepúsculo
ni avizora la primavera
ni está para orgías de luz.
El mediodía de plomo abrigador
lo tiene medio hecho trizas
y suspirando por una madrugada
con un nublado y una estrella
"¡Cuándo serán las nueve!" -musita anhelante-
Un compinche se aproxima auxiliador
"¿Puedo auspiciar tu todo interno?"
Le vierte una toalla húmeda sobre el testuz
y sus hocicos agradecidos
se aproximan en un beso.
J.Barreiro
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