-No te atiborres de comer mierdas en
una gasolinera que te estoy preparando: pimientos rellenos de bacalao
o calabacines rellenos o una tortilla de patata como una rueda carro
o una crema de pepino o bacalao al pil pil o empanadillas...
Siempre, en autobús o en coche,
llamaba a mi madre allí. En la 103: constancias, manías
Y a veces se volvía una descabellada y
me preparaba medio chuletón con pimientos o una lubina a la sal.
Mientras yo comía, a media tarde, ella preguntaba por Amanda, por
Gonzalo, por Marisa, por Inma, mucho por Inma porque esas dos se
rieron y bailaron mucho juntas, por Nacho,por Sonia...
Como sé lo que me diría le hago caso
y he ido a recoger vuestros abrazos. Menos mal
-A qué hora llegas, venga que te voy a
buscar y te llevo a casa.
Decía Luis en un whatsap o como se
escriba unos kilómetros después.
Sin amigos ni una liebre.
Luego, la tía Emma me ha contado un
diálogo exacto con Ariadna:
-Abuela ¿estás mejor?
-Sí, ¿y tú qué tal
estás?
-Bastante mal porque he
suspendido un examen. Lo he suspendido porque la profesora se parece
en algo a la tía Arsenia, y creo que es en la boca, entonces cuando
me estaba explicando los números romanos yo le miraba la boca y no
me enteré de lo que me estaba diciendo. Y por eso he suspendido.