martes, 15 de diciembre de 2015

Con trampas a Cronos.


Edu Barbero

Apenas miro el reloj; las salidas de los colegios, el vecino maquinero o la tía Pili y sus hábitos me dan la hora exacta: todos los días me despierto cuando ella corre la cortina. Tengo relaciones peculiares con Cronos, le hago muchas trampas, que mis amigos tengan todas las edades es una de las que mejor me funciona. La manía de aislar los momentos de absoluto o mirar la lentitud con que crecen las plantas son buenos trucos también.