
Los que conocemos a Carmen Camacho sabemos que para ser buen poeta no hace falta estar todo el rato muy serio. Luego vemos a algunos de esos poetas engolados y temblamos.
Nada más levantarme, vagando, me he encontrado con Carmen que decía:
Hay versos que me pertenecen más que cualquier otra glándula. No los escribí yo, los pillé por ahí, me los hinqué, los contraje. Y como divertículos, cálculos, marcapasos, llevo años con ellos dentro.
P.D. que yo se que pasas por aquí, te debo un correo largo guapa.