martes, 7 de enero de 2014

Oulipitos.








Dícese de unos cuantos listos que utilizan las estrategias del OULIPO como propias sin citar jamás  la fuente y contraviniendo el principio fundamental del movimiento oulipiano: enseñar la tramoya, compartir la trastienda del escritor. “Llamamos literatura potencial a la búsqueda de formas y de estructuras nuevas que podrán ser utilizadas por los escritores como mejor les parezca” decían Italo Calvino, Georges Perec, Raymond Queneau, Marcel Benabeau, Francois le Lionnais... El procedimiento de los oulipitos es justo el contrario: se apropian de esos recursos y los exhiben como prueba de su ¡modernidad!

Se les reconoce porque están convencidos de haber inventado los palíndromos, hablan mucho de matemáticas y literatura sin concretar nada, dicen desconocer al OULIPO o le restan importancia y suelen oscurecer sus textos para fingir que manejan una lógica superior a la de sus lectores y para reafirmar su fuerte personalidad. 

Aunque yo preferiría decir que se reconocen porque a poco que te fijes dicen unas tontadas que tiembla el misterio aunque, como todos, alguna vez atinen.

(Voy a empezar el año definiendo para aclararme. El neologismo es de Gonzalo Escarpa, la definición es mía)