Es que tengo el termostato roto y me
muero de calor y de frío a destiempo.
Creo que la frase preferida de mi madre
fue: ¡qué rica fresca! Yo también saludo todos los años con
un gran placer al frío de fuera y a los calcetines. Ayer
dejé la ventana abierta para poder sacar la manta y la chaqueta más queridas y volver a abrigarme.