miércoles, 16 de febrero de 2011

Alguien a quien escuchar: Tariq Ali


Ayer fui a ver a Tariq Ali, que nos contó otra versión de lo que ha ocurrido en Egipto y en Tunéz, matizada, con los detalles concretos de cual ha sido la posición de los gobiernos occidentales, especialmente del norteamericano, durante el proceso, y que en casi nada coincide con lo que ellos nos han contado y nos seguirán contando.

Estaba feliz ante lo que llamaba la resurrección de Oriente Medio y contaba lo feliz que estaría su amigo y mi adorado Edward Said. Me quedé con más de una pregunta en el tintero durante la ponencia porque no había tiempo, pero tuve suerte, Inés estaba en la organización, después nos fuimos de vinos con él y le pude preguntar.

No soy muy partidaria de admirar, un amigo decía que la admiración es como un perfume caro, que con dos gotitas es suficiente. Pero hay gente con una luz especial y que ha cambiado ya mucho el mundo, tuve la impresión de que ese Pakistani iluminaba el casco viejo, me pareció el mayor de los privilegios estar sentada a la misma mesa que uno de los diecinueve firmantes del Manifiesto de Porto Alegre, quien, por cierto, no cree que las redes tengan tanta importancia en lo que está sucediendo en el mundo árabe, puesto que solo llegan a las clases medias que hablan inglés.

p.d. Es un buen momento para volver a leer El mito del choque de civilizaciones.