He decidido hacer una lista con las frases cotidianas que me
hacen feliz. Ojala sea muy larga. La haré cuando tenga tiempo, llevo dos días
corriendo sentada. En un minuto de prisa se te
desangra la contundencia alcanzada durante meses de inactividad. También haré una lista con las barbaridades de mis alumnos. A veces nos reímos mucho:
juntos.
La lista feliciana empezará con una exclamación de Imma en
el supermercado, recién llegadas a Almuñecar:
-¡Pero no compres limones! ¿No te acuerdas de que tienes
limoneros?
Y la de los terrores con un párrafo de esta mañana:
- Instintivamente abrió el frigorífico, deseaba tomar algo
para desayunar, el paisaje que encontró en su interior era desolador, solo
había un cartón de leche retorciéndose
en la bandeja de la puerta