jueves, 10 de mayo de 2012

+Notitas






-Es diferente escribir por la mañana, entonces todo parece un borrador, las palabras fluyen, las ideas se anticipan. Conforme transcurre el día los términos se van inflamando, se cargan, adquieren la ambición, rígida, de permanecer. Peor que la gota.

-Para romper con tanta sucesión bostezada nos sentamos a fumar en el cajero de la acequia, mirando pasar el agua, frente a un campo de amapolas, creemos que este año hay más y nos leemos un poema. La Arse lee muy bien.

-Con las votaciones de las citas que pongo en el facebook de la escuela creo que sucede lo mismo que con aquella amiga, profesora de francés, a la que le enseñé un montón de libros que podían interesarle. Se acercó los que conocía y los demás los fue alejando.

También observo a veces que el mecanismo del “me gusta” es parecido al del dinero: al que tiene se le dará más, al que no tiene se le quitará todo y la posibilidad de conseguirlo. Peligrosa herramienta para los que cifren en ella su autoestima. Y es que no hay que poner la autoestima en cualquier sitio, es un objeto delicado.

-Por las mañanas todo parece más ligero, como si al reencontrarnos con nosotros mismos nos diésemos cuenta de que tenemos menos importancia de lo que temíamos.