jueves, 16 de octubre de 2008

Rebuscando hologramas



Estoy leyendo un libro de setecientas páginas titulado
Más allá de la dualidad que se subtitula integrando el espíritu en nuestra comprensión de la enfermedad mental. Me remango para leerlo. Me voy al sofá como si me fuera a una isla, con todo lo que necesitaré durante horas, y allí me estoy, quieta como un mazo.

Cuando era pequeña en mi casa había un sofá negro con tres almohadas rojas, mi juego preferido era poner dos verticales y otra encima, meterme dentro y hacer todo lo posible para que no se cayeran: ¿aprendería el placer de la quietud allí dentro?

Me reconforta muchísimo la psiquiatría, me reconcilian los conceptos claros y diferentes para explicar lo más oscuro, inquietante y tenebroso. Este psiquiatra me ha caído muy bien, John Nelsol se llama. Habla mucho de la capacidad para tranquilizarse a uno mismo como el quid de casi cualquier cuestión.

Siguiendo con la cabeza, pero por fuera, Amanda me ha dedicado una canción que me ha sacado del capítulo sobre la mitología de la locura y me ha traído hasta aquí:



Y el cuadro es de Roberto Matta,  ¡me gusta¡¡!!!!!