miércoles, 23 de diciembre de 2009

Hoy dieta: silencio, Cirlot, manta y sofá


Y dice Cirlot:

Dispuesto en cierta inclinación entre el espacio y el tiempo, entre lo inmensamente grande y lo infinitamente pequeño, está lo que no acontece jamás. Ese espacio de lo antirreal existe, no obstante, y es tan evidente en la intuición de lo dado como el mismo universo demostrable por los sentidos o por lo que llamamos razón.

Y también dice:

Bronwyn
sé que me estás oyendo desde un ámbito
que sesga dimensiones

En lo nunca ya me has reconocido:
mera estatua de hierro arrodillado,
entre las transparentes vibraciones
de un mar en abandono de sus aguas

Juan Eduardo Cirlot
Bronwyn,
Editorial Siruela

la imagen es de Rafols Casamada

XVII Premio Internacional de Relato Hiperbreve Círculo Cultural Faroni 2009




Me la comería con los ojos

Cada vez que me cruzo con mi vecina se me van los ojos. Hasta ahora siempre regresaban con el botín, pero esta vez se han fugado tras sus vaqueros ceñidos escaleras arriba y por mucho que ella les atizaba con el periódico enrollado no ha habido manera. Al principio intentó devolvérmelos, pero por lo visto la mirada se les ponía como de perro apaleado y terminó por cogerles lástima. Al fin y al cabo -se excusaba adoptando con disimulo posturas incitadoras- que a una la miren con esa dedicación resulta tan halagador. Me pidió que se los prestara para un viaje por Europa y yo, ciego de amor, accedí. Cuando volvió, sola y maldiciendo a cierta zorra florentina, traté en vano de consolarla jurándole que yo sólo tendría ojos para ella

Pedro Peinado Galisteo Madrid