miércoles, 25 de junio de 2008

Javier Seco



He estrenado la expo acompañada por buenas retinas, las de Javier y las de su hija, la estupenda Ybare. ¡Qué placer más raro mirar con las visitas, por primera vez, tu propia ciudad a lo lejos!. Tuve la impresión de estar viendo la maqueta de un caprichoso que anduviera cambiándole a todo el tamaño.

Hubo cosas que me fascinaron, los colores sobre las columnas del pabellón de España, vistas desde esa distancia, con aquellos fuegos artificiales de fondo, fueron un viaje armónico a una extraña Grecia.

Esto ha empezado bien, algo funciona muy bien cuando es un placer enorme recibir visitas.




ah, hoy las ilustraciones también corren a cargo del visitante, me gusta a mi lo que hace el Seco, y me ha traído un estupendo grabado, c´est veut dire, un inquilino agradable de por vida.

P.D. mi lado hedonista hace que esté disfrutando con los expo y los antiexpo. Estaré por aquí de cicerone. Otra cosa, para los curiosos,merece la pena descubrir qué son los ALVORIAOS de Javier, así, con mayúscula.