
Me gusta leer vaticinios, disfruto con los textos de los que miraban con la palma en el entrecejo el futuro, me gusta calcular en qué acertaron y en qué no. Nunca carece de interés puesto que somos el futuro del que hablaban.
Musil decía de nosotros:
Notaran que, lejos de haberse vuelto mudos, hablan, pero sin elegir las palabras: son
las palabras quienes los eligen
Robert Musil El hombre sin atributos
La imagen es de Vito Acconci