Edu Barbero
Miro el calendario para pensar que me lo meto en el orto y que eso a ella le agradaría. Faltan cuatro días. Alguién me ha consultado una demencia; si hay que hacerle una misa.
Cuando todos se van a nadar y yo a llorar un rato, la oigo:
-Marta, tranquíla
Me dice, parando mucho después de Marta, alargando la í hastaque me sereno.
Y ya sólo me queda un miedo: olvidar su voz.