domingo, 29 de noviembre de 2015

Pequeño entierro dominical




Ayer se murió el Pichi. Llevaba unos trece años piándole durante el desayuno, poniéndole música y bajando las luces al anochecer, cuando protestaba. Ha vivido exactamente el doble que los de su especie.

Carlos, que es animista, con ese pájaro era fácil serlo, le dejó preparada una caja, así que me voy a enterrarlo al río, por fin se ha parado (casi) el aire.


(Si sería importante el pichi que éste blog empezó con él)