sábado, 1 de diciembre de 2007

Juan Gelman





























Nota XXVII

A Vanni Blengino

de lo posible a lo probable
del sueño a la realidad hay como mares
playas nocturnas donde animales de pico descarnan

formas mojadas por los jugos del corazón
así
viajamos del pecho al seco sol que dora la maravilla
o existir

Músicas

Narciso tenía hambre, miró
las aguas para ver si hay peces
y se encontró con él.
Este accidente de la historia
cuesta mundos a los pobres mortales.
Tienen hambre de sí mismos, pero en verdad
nunca se miran a sí mismos, son mirados y de ahí
viene la costumbre de
devorarnos bajo
un sí mismo sostenido mayor.

Fugas
La velocidad de la palabra no es
la velocidad de la sangre y no sé
quién traiciona a quién. ¿Cómo
se encima el horizonte
a la palabra cuándo, a su
cortejo de esperas que todo cambiarán?
La noche cae y se consuela,
pero caer no es un consuelo para mí.
Estoy parado en el espanto
mientras cantan los rostros del día y
no sé quién miente, ellos o yo. Al fondo pasa
el animal que huye
a gran velocidad.






He destinado la mañana a rabiar contra Juan Manuel de Prada por su artículo en ABC sobre el aborto: no sé él, pero lo que dice es sucio, bajo, estúpido, superficial y torticero, sobre todo torticero, al menos en su columna del ABC los sábados se sobra siempre. Intento tranquilizarme. Pero me pone enferma este empeño de los mediocres en creer que todos somos idiotas. Su literatura no me interesa, solo leí Coños y no creo que vaya a leer ninguna de sus otras novelas, demasiado largas. Decir "escritor con oficio" se ha convertido, al menos en mi boca, en un insulto, practicamente lo contrario a "escritor", que tampoco es precisamente un piropo, no tengo el menor interés ni por este ni por Perez Reverte, ni por Codigos Davincis o todos esos engendros que paren a cientos estos exitosos mecánicos verbales ¿Aún estoy rabiosa?. Se me han ocurrido mil lindezas que tenía intención de anotar aquí, pero al final he decidido que no merece la pena. ¡Con el poco tiempo que tengo!.