jueves, 8 de enero de 2015

Ana Becciú


 
 
Consiento en dar




a esta blanca superficie
la frágil disposición
de la memoria
fraguando
largos
insomnios
cotidianos,
y consiento
en abrir los bordes
de la palabra
hasta intentar
una imagen
de su sombra.
Sin embargo,
sé que en vano
me invisto de silencio
porque finas transparencias
rasgan augurales
mi diario perfil
de tiempo.