miércoles, 9 de abril de 2008

La sombrilla que tengo en el horizonte



Desde el punto de vista sentimental, el día de hoy no estará marcado por ninguna posición particular de los astros: ni positiva, ni negativa. ¡Nada en el horizonte!

Todos los días llega un horóscopo a mi correo que dice eso, y no puedo evitar leerlo, por si ha cambiado.

Lo único que he llegado a creer de los horóscopos es porque me casé con un géminis y siempre tuvimos la impresión de que había mucha gente en casa.

¡También hace falta mala leche para mandarme durante tantos años el mismo horóscopo! pero: ¿por qué iba a creerme esto del horizonte?.

Miro al horizonte y ahí sigue la sombrilla.

Otra vez un día Ph7, entre otras complicaciones porque es fácil convertirse en deseado ¡pero difícilísimo ser deseable!. Y también por la espinosa e histórica dificultad para desear con frecuencia.

Tanta insistencia strolgica deber ser por algo, pienso.

Y me quedo más rato mirando la sombrilla y le hago otra foto.

5 comentarios:

Anotherdia dijo...

No creo que sea tan dificil, ser deseado ni deseable. Besicos

beatus_ille dijo...

En realidad siempre leía el horóscopo buscando a alguien, así que cuando nos encontramos, dejé de leerlos.


De todas formas, creo que ese que recibes es un buen horóscopo, es una frase rara y buena.

un beso cara desde casa

Miriam G. dijo...

Con los horoscopos no puedo, no puedo.

Un beso, Miriam G.

Marta Sanuy dijo...

Yo tampoco les hago ni puñetero caso a los horoscopos, ya digo, pero la retórica me divierte. "Nada en el horizonte". que barbaridad

buenos días chicas.

lichazul dijo...

los oráculos son parte de la humanidad desde tiempor inmemoriales
están siempre allí...aguardando por las preguntas
los oráculos son sólo interpretaciones o son elucubraciones de un destino ya enlazado??

un saludo para tí
interesante blog:-)
desde el fin del mundo
elisa