domingo, 12 de abril de 2009

Hacia el silencio



Me gustan tanto los demás como estar sola, y claro, siempre temo que se rompa el frágil equilibro. 

Si uno de mis alumnos escribiera esa frase la nota diría: 

frágil innecesario, es el ejemplo de cómo una palabra puede cargarse una frase, o de como los adjetivos suelen restar intensidad: además, frágil ¿por qué?, resulta más sugerente "equilibrio" a secas, y luego, que de equilibrios tenaces nunca se habla, así que de los frágiles tampoco se debería. 

Si lo pienso detenidamente  las propiedades de los sólidos y el equilibrio no tienen mucho que ver. El equilibrio es estable o inestable. Y si veo la paja en la frase ajena, debería acabar con las fragilidades y las tonterías en las propias.

La foto de Toni Oursler

4 comentarios:

beatus_ille dijo...

pero frágil es una palabra tan bonita, suena tan bien, es además tan sugerente y delicada que cómo resistirse???
y si la balanza es de cristal?

un beso cara

qué tal los tambores?

Son

Miguel Baquero dijo...

También se podría decir "el precario equilibrio". No estoy muy de acuerdo en que los adjetivos, por sistema, resten intensidad. en este caso, equilibrio a secas creo que quedaria insulso.

Marta Sanuy dijo...

Lo de romper la hora, ese lió que se monta en La Puebla es difícil de contar (en lugar de tambores de batalla, batallas de tambores) hay que ir, cuando tenga tiempo y haga la digestión lo cuento, eso sí, no puedo mover el brazo, me costaba esfuerzo levantar el cortado luego.
¡Menudo Bombo! ¡Se queda uno como una seda después de hacer tanto ruido con tanta gente y durante tantas horas!

Gracias Miguel, a veces pillo unos atascos, precario era, CLARO. Pero además de los adjetivos a veces me suenan mal, mecánicas y vacías, alguna de esas parejas tan consolidadas.

Marta Sanuy dijo...

en fin que debo estar en crisis, que no había terminado