viernes, 5 de diciembre de 2008

Desdoblamiento


Todo está empezando a ponerme nerviosa. No recordaba cuánto aguijonea recuperar la personalidad. ¡Con lo que me había costado perderla!

Sin avisar se ha presentado en casa esa histérica que no soporta la voz monótona de los cocineros, que es capaz de reírse y llorar al mismo tiempo, que sabe, segurito, que no hay nada especial que decir, al menos de momento (arremete ininterrumpidamente contra lo que ha dado en llamar inane, pero no deja de prestarle atención) Desperdicia mi energía y mi tiempo durmiendo o en tareas perecederas, y se cansa mucho y en balde; luego me invade con su agotamiento.

A veces me escapo unos segundos y me da tiempo a pensar sin su supervisión: ¡Si la tuviera a la distancia adecuada la querría más y nos entenderíamos mejor!


La imagen es de Claude Cahun

6 comentarios:

Miguel Baquero dijo...

Cuánto te entiendo, amiga Marta. Qué pesada es esa persona que llevamos todo el día a cuestas y que, con su torpeza (¿a quién habrá salido?, ¿por qué no podría darse un poco más de maña?) frustra todos nuestros maravillosos planes

Isabel Mercadé dijo...

Querida Marta:
Pues precisamente esa creía yo que era una de las misiones de un blog, perderla y perderse. Pero nada, como muy bien has explicado y reza la ilustración, ella asoma siempre su cabecita.

Anónimo dijo...

Claro que no hay nada especial que decir. Nunca lo ha habido.
Prefiero preocuparme por el cómo. O el como, que dirían por ahí para no parecer.

Marta Sanuy dijo...

Miguel, Bel, sois unos hiperestésicos, se os nota en todo, y creo que no es nada, nada, malo.

Anónimo. Tú quizá lo seas, hiperestésico digo, pero de momento parece que estás colgado de alguna tilde, que además fue una ausencia ajena. Forma y fondo, ¡no jodas a estas alturas y precisamente aquí! Obviedad es, ¿Es con h?. A veces creo que te recuerdo. Y hasta imagino que te conozco.

Anónimo dijo...

Sra. Sanuy:
La tilde que le ha soliviantado tanto -con o sin motivo, usted sabrá- no era precisamente suya. Las costumbres transgresoras, en mi opinión, no deben asumirse con tanto ardor. Da que pensar.
Por otra parte, tildarme de Platón cuando no volaba tan hondo... Apenas estaba aterrizando en el tema y la manera de afrontarlo.
No se me estupendice, por favor.

Marta Sanuy dijo...

¿Entonces no es usted el anónimo de mala baba de siempre?

Pues siento ponerme estupenda, pero
hay estilos que me suenan y lo había confundido con una anónimo conocido mio que en lugar de saludar como procedería pone notas con muy mala leche.