Qué privilegio poder prestarle atención a las coincidencias.
Aunque yo prefiera hablar mucho rato de los hilos y las madejas, solo por hablar, por ponerme a contar el trayecto, para seguir un rastro mientras hago tiempo.
Aunque yo prefiera hablar mucho rato de los hilos y las madejas, solo por hablar, por ponerme a contar el trayecto, para seguir un rastro mientras hago tiempo.
Hacer tiempo ¡qué cosas!
Gracias, don Antonio Ezpeleta, por reaparecer tan cerca, contra todo pronóstico.
Gracias, don Antonio Ezpeleta, por reaparecer tan cerca, contra todo pronóstico.
Gracias soperos: qué descubrimiento.
Y siempre hay más cosas, más detalles que hacen que la coincidencias se tornen encuentro.
¡Qué rica madeja!.
Al final del programa Chantal Maillard pregunta tímida:
-¿os leo cuatro versos?
Y dice:
Llegar a otro
Sin
Otro
Sin llegar a
No apretar los dientes
Soltar la presa
sin
Y me he acordado de Carmen Camacho, cuando llegó a la convicción de que Aníbal Núñez estaba pensándola, pensando precisamente en ella, que empezó a leerlo veinte años después.
El enlace; dura una hora, merece la pena, los primeros minutos no se oyen, será por lo iniciático de este asunto.
2 comentarios:
muás!
òscar (y pepe y mariano) y antonio, claro!.
Gracias por este post, Marta. Olvidé decírtelo ayer, cuando lo vi, porque me fui directa a soperos. Una de las grandes, Chantal.
Un abrazo.
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