martes, 3 de abril de 2007

Ian Gibson dice



que, pese a los intentos de crispación por parte del PP, España está viviendo una revolución tranquila.

¡Ojala sea un visionario!, porque a mi La Revolución Tranquila me suena a gloria, Brígida, que era de Québec y muy fiable, me contaba que en su ciudad permanecía viva la herencia de utilizar la cultura como un estrategia política, y también que la aspiración de la mayoría era tener más control sobre las instituciones.

viernes, 30 de marzo de 2007

Y nada más


Que de momento estoy enredada, merodeando, ¡hay hasta atascos!

Consejos de buenos amigos



Estaba organizando correos viejos cuando me he encontrado estas dos perlas de sendos colegas.
¡Importante tener buenos amigos!


-"...no te hagas escritora por Dios, que te retiro la palabra. Nosostros a lo nuestro, ni una linea. salud".

-"Aquí te mando lo que acabo de enviarle a Nacho. De ti, espero que vayas a mejor y que reflexiones sobre esas lecturas abruptas que te empapuzas, para mí, agentes, tanto de la gripe como de tus episódicos desconciertos".

jueves, 29 de marzo de 2007

Para hoy






Una estupenda novela que corre el riesgo de pasar desapercibida "El coleccionista de almas Perdidas" Irene Gracia

Y un estupendo Blog que ningún lector debería perderse "La tormenta en un vaso"

martes, 27 de marzo de 2007

¿Y tú has bebido agua en polvo?



Prosigamos con las preguntas pues.

Esta, aunque sea la pregunta más absurda que me han hecho, también es la más inolvidable, para contarla tengo que ponerle el contexto, intentaré ser breve.

En Chalatenango no había casi nada para comer y tampoco había luz, agua poca, pero teníamos suerte, llegaba un chorrito. Lo que abundaba en las Minas, que así se llamaba el cantón en el que yo vivía de lunes a viernes, era belleza y tiempo para contemplarla: la cascada, el rió Tamulasco (¡qué río más loco!), aquel puente sin tablas en el que me cure el vértigo porque había que pasar guindado, las flores de las plataneras, muchas iguanas, algún Tepezcuintle (tengo que hablar un día de ese bicho tan raro) y muchos, muchos niños. Pero lo que había en Chalate sobre todo eran era ingenio verbal por arrobas, y tiempo para practicarlo.

Las clases terminaban a las cinco, porque a las cinco y cuarto o cinco y media llueve, unas gotas que salpican hasta la barbilla. Pero un rato después deja de llover y siempre hacíamos una hoguera para preparar café en el porche de la casa comunal . La cena era igual un día y otro; sardinas, tortillas (de maíz) y frijoles, y hasta algún huevo los días de guardar. Solían pasar a compartirla Moris y su hermano, Herman, que eran los vecinos de la champa de al lado. Moris tenía diez años y Herman dos (pero ¡no torcía los clavos ni un grado!. Tenía pasión aquel crío por clavar cosas. Nadie se preocupó jamás por él y él, a cambio, no hacía chandrios ni se daba martillazos).

Una semana me puse estupenda y en lugar se subir sardinas compré un par de latas de jamón york. Pero no las saqué el primer día. A saber por qué. Ya estábamos abriendo las sardinas otra vez cuando Morís me dijo:

-A mi lo que me gusta de verdad son las sardinas de cerdo

A lo que yo respondí una estupidez, la incontinencia verbal, para no reírme supongo.

-¿Y tú has comido leche frita?, le dije

A lo que me contestó raudo el chamaco

-¿Y tú?¿has bebido tú agua en polvo?.

¿Alguien sabe por qué las feministas disfrutan tanto con las rancheras?




Esta es mia y me obsesiona.

Pero: ¿Por qué hay tanta gente que despierta a los demás para preguntarles si están durmiendo?



La pregunta me la hizo Amanda y la foto es de Cindy Sherman.

Por cierto que la chica tiene cara de que se le han cruzado los chicotes (eso lo diría Claudia).

Desata el nudo



El año pasado tuvo un par de horas excepcionales, las pase conversando y comiendo chorizo en un barco, ¡nada menos que con Antonio Gómez!.

domingo, 25 de marzo de 2007

La mujer sin atributos, aprovechando el fin se semana, se cuestiona como blogera con ayuda del hombre sin atributos


"Ulrich no hablaba con exactitud, sino que decía más de lo que estaba dispuesto a tomar bajo su responsabilidad; sin embargo le parecía que no decía nada que no creyera" Musil "El hombre sin atributos" vol II Seix Barral

sábado, 24 de marzo de 2007

El pichi y el pipil



El domingo por la mañana Carlos le estaba explicando al pichi que está solo en la península porque han prohibido la importación de los de su especie, y yo me acordé de cuando llevé a Carlos a Teruel la primera vez.

El pichi es un pico de coral, proviene del norte de África y se ha adaptado como hemos hecho los demás, bien, porque mal, mal, tampoco estamos (hay comida, hay agua, y algunos días pongo la calefacción por él, que a mí el calor me estorba). Lleva unos tres años en esta casa, tuvo pareja, pero se escapó (terminó en las fauces de un gato el día que se murió Haro Tecglen, ¡vaya día!).Es un pájaro de costumbres regulares el pichi, se baña a las once de la mañana, avisa cuando sube el café, responde siempre cuando le hablas, se entusiasma con los pájaros que suenan en la televisión. Amanda y yo creemos que le gusta más el heavy que el rock, o el rap, bailar, baila, no hay duda. Es un pájaro mimado, cuando llegamos a casa, propios, vecinos y visitantes, antes de mirar a los humanos exclamamos: ¡Pichiiiiiiiiii!

Carlos es un indio pipil, los pipiles son una tribu maya, lo importé de San Salvador, una de las ciudades más pobladas del mundo. Un día lo llevé a Teruel y en seis horas solamente vimos a dos negros en una plaza y a una pareja de la guardia civil patrullando, y también aquellas rectas de muchos, muchos kilómetros, tantos que daba vértigo mirar por el retrovisor. Hay rectas que parece que sólo se pueden dibujar en los Monegros. A Carlos se le salió aquel día el Indio porque tenía miedo, ¡esto es un paisaje postnuclear! me decía, ¿pero dónde se han metido todos los demás?

Por eso no me extrañó la conversación de esa mañana. ¡Qué no van a contarse esos dos siendo el indio animista!