lunes, 16 de junio de 2014

Ayer, un día aligerador.





 


Después de leer diarios me da menos pudor que esto sea un diario. A mí me pasan pocas cosas, pero no es que Cheever, Musil,Thomas Mann o la Carson tengan una vida de la leche, que también cuentan tontadas a montón. Ayer por la mañana me acordé de la Señora Daloway por alguna deriva parecida.

Fue un buen día de cumpleaños. La primera llamada de la tía Emma, como casi siempre, Luego una honda conversación con María Jesús regando, hacía un viento de estos que lo vuelven todo muy raro. Después un rico vermout en el porche: es un lujo que esa mujer se ponga narrativa y ayer tocaba repaso de mi vida.

-Entonces, resumiendo: el primer caso lo tengo muy claro, convivía con vosotros, te lo dije entonces, lo vuestro no era una pareja, era una historia de colegas. Pero es que uniendo cabos la segunda vez fue igual. Joder Martita, que es que te casas con los amigos, o los conviertes en amigos después, eso lo pensaré para la próxima semana. La cosa es que así no es.

Cuando me narra María Jesús me siento absolutamente ajena a mí misma, ligera e intemporal.

Después el aligerador fue Matías describiendo el brazo de gitano de carne que había preparado mi madre, y al que se le reventó la envoltura.

- Este viene de una reyerta, pero mira como lleva el brazo, si hasta se le ven los huevos.

Y cuando nos estábamos tronchando la remató

-Tú no te rías, que estás deprimida.

Y muchas más cosas, claro.

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