martes, 19 de noviembre de 2013

Un poema, más palabras.



Óxido

No se dice que una palabra se oxida, como
pasa con los metales. Pero hay palabras
que herrumbran, y no sé qué hacer para
limpiarlas, para que tengan el brillo
de la primera vez que fueron dichas –en
el caso de que podamos saber la primera
vez en que una palabra fue dicha.

Tampoco se dice que un sentimiento
se oxida en contacto con el aire, o que
hay que mantenerlo en una atmósfera pura,
limpia de viento y humedad. Al
contrario, cuando se encuentra expuesto
al tiempo el sentimiento gana la
fuerza que le permite resistir a lo efímero.

Sin embargo, estas palabras que parecen
oxidadas, podemos pasarlas por la esponja
del sentimiento. Lo que parecía polvo
se transforma en luz; y vuelvo a decirlas
para que oigas, en el filtro del poema,
lo que el amor hace a las palabras.


Nuno Júdice

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