sábado, 1 de diciembre de 2007

Juan Gelman





























Nota XXVII

A Vanni Blengino

de lo posible a lo probable
del sueño a la realidad hay como mares
playas nocturnas donde animales de pico descarnan

formas mojadas por los jugos del corazón
así
viajamos del pecho al seco sol que dora la maravilla
o existir

Músicas

Narciso tenía hambre, miró
las aguas para ver si hay peces
y se encontró con él.
Este accidente de la historia
cuesta mundos a los pobres mortales.
Tienen hambre de sí mismos, pero en verdad
nunca se miran a sí mismos, son mirados y de ahí
viene la costumbre de
devorarnos bajo
un sí mismo sostenido mayor.

Fugas
La velocidad de la palabra no es
la velocidad de la sangre y no sé
quién traiciona a quién. ¿Cómo
se encima el horizonte
a la palabra cuándo, a su
cortejo de esperas que todo cambiarán?
La noche cae y se consuela,
pero caer no es un consuelo para mí.
Estoy parado en el espanto
mientras cantan los rostros del día y
no sé quién miente, ellos o yo. Al fondo pasa
el animal que huye
a gran velocidad.



2 comentarios:

beatus_ille dijo...

"al fondo pasa el animal que huye a gran velocidad"

me gusta gelman, sí ya lo sé

besos marta! feliz domenica

Miriam G. dijo...

Gracias.

Un beso, Miriam G.