No paro de predicar, a veces me
oigo con eco. “Lo mejor a lo que se puede aspirar es a una vida llena de
contradicciones y bien conversada”. Por eso me he tirado por un barranco de
silencio durante cuarenta días. Sospechaba la cifra pero lo tuve que constatar
luego. Ha sido una cuarentena reveladora: aprendí a distinguir ruido y sonido, atravesé
todos los ánimos sin nombrarlos, recordé mucho mejor los sueños y, poco a poco, casi consigo oírme callada: pero cuando
más próxima estaba de esa meta escuché a mi cerebro aplaudiendo, dándome las
gracias por la ampliación del espacio.
Una aproximación a las letras satíricas. Del tango prostibulario a su
codificación
-
(Conferencia pronunciada en la Universidad Nacional de Lanús, Buenos Aires,
9 de agosto de 2012). Publicada en el volumen Las poéticas del tango
canción. R...
Hace 10 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario