lunes, 29 de marzo de 2010

Así que pasen cinco años




Cuando pueda abrir, por fin, el diccionario de autores aragoneses, primero buscaré a Melantuche. ¡A ver qué logró averiguar este otro!

-¿No conoces a Melantuche? ¡pues era de tu pueblo! ¡qué poco gollete!

Me decía Javier

Me puse a indagar y algo averigué. El tío Teodoro me dijo:

-Qué sí, era uno que vino rico y luego se volvió pobre

Y yo se lo contaba a Javier, pero vaya enconmienda, nadie por aquí tenía noticia de que aquel hombre hubiera escrito nada, aunque varios me describieron estupendamente su llegada, con carros llenos de niños y de criadas, por caminos de tierra.

Luego se me encendía la lucecita:

-Que te voy a poner en contacto con uno de los historiadores locales, que algo debe saber porque nunca saluda.

Y él llamaba al pope local, pero nada

Tan pronto estábamos en una panadería de Alagón, como llegaba un correo desde Mejico, porque allí se había ido Javier con su ayudante y quedaban con Inés, o aparecían en Madrid con cara de biblioteca nacional o comíamos los tres en el coso entre cajas de fichas. Vaya, cinco años de diccionario.

Sobre los autores aragones no creo que me cambie de opinión el diccionario, hasta Javier coincide, hay dos imprescindibles: Gracián y Sender

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué buena contadora eres cara. Y eso que me siento una privilegiada, puedo rellenar todos los huecos que abre(porque mira que obligas a lector a ser activo); como somos del mismo pueblo, aunque yo soy garnacha, jajaja, ah, no, que esa es la uva, se dice charnega, ¿o no? ¿qué coño seré ahí de donde no soy y sí?
un beso
mañana te llamo tranquilamente