lunes, 18 de mayo de 2009

Que ya se ve


Se títula el poema de José Miguel Ullán que me ha encontrado para poner fin a este fin de semana de vomitar certezas, trabajo severo, decisión y énfasis, solitario y compartido.

dice

¡Hala!, incorpórate
y tómate las trampas con calma, alma mía,
que a cada voz, a cada despertar del trayecto
siguiente,
le salen gallos como ideas fijas.

La imagen es de Tete Alvarez y se titula amor vacui

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Caraaaa martíssima, estoy en casa con un pie roto (no entero, jaja, sólo un husecito con nombre casi de clan griego o de crítica literaria -un metatarsiano-) llámame y charlamos un poco cuando quieras, estoy en la cama con el portátil, pero en este no tengo el messenger).
Un besooo
Son

Lamia dijo...

¡Tómate las trampas con calma, alma mía! Cómo me ha gustado esa parte. Parece que me la han escrito especialmente para mi. Hay que tomarse las trampas que nos pone la vida con calma porque si no acabámoss hundiendonos en un pozo sin fondo del que cada vez es más difícil salir.