martes, 10 de marzo de 2009

Neurosis literarias, algo de Russel y muchas islas


Ayer empecé a dar dos talleres de escritura en la Asociación de la Prensa y estuve la semana anterior desempolvando mis fervores Oulipianos, para intentar contagiar, aunque ya sé que cuesta.

Tengo una especie de apartado mental que sólo uso para pensar en el surrealismo y el oulipo, creo que soy una experta perseguidora, capaz de encontrarme al uno o al otro agazapados detrás de cada línea; ¡ya sé que no es más que una fantasía! como la del Plagio por anticipación

¿Será también una patología? 

Disfruté de lo lindo con la exactitud y la sensatez de  Marcel Bénabou sobre todo cuando decía:

Pero la diferencia es sobre todo teórica: el automatismo es exactamente lo opuesto de lo que busca el OULIPO. A veces surge un cierto malentendido porque con reglas muy estrictas, se puede llegar al mismo resultado que determinados ejercicios surrealistas. En ninguno de los dos casos preexiste la voluntad de significar, es cierto; de ahí, el carácter “surrealista” de algunos textos oulipianos (en el sentido corriente de la palabra “surrealista”). Pero las investigaciones oulipianas aventajan en mil cuerpos al surrealismo porque se ocupan de todos los aspectos de la creación literaria.

y luego:

Los surrealistas idolatraban a Roussel, pero era por razones bastante equivocadas. Lo que seduce al OULIPO de Roussel es el rigor, el rigor con el que pasa de la arbitrariedad del punto de partida a la absoluta lógica del punto de llegada.

¡OLE!, da un gusto encontrar tan bien resueltos, otra vez, algunos viejos asuntos. 

-A ti por  lo que te da

diría mi madre

Por la noche, cuando terminé de preparar el powert point me puse a leer suplementos literarios y me encontré un artículo que, si yo fuera ustedes, me leería, porque Andrés Ibañez, además de mencionar también a Raymond Roussel y a Georges Perec, hace pensar ( se le olvida nombrar una isla que nombré yo ayer, la de La invención de Morel de Bioy Casares, creo que es la más moderna)




Buff, pero qué bueno es Chema Madoz, parece un poco oulipiano también, por  la absoluta lógica del punto de llegada, sobre todo.

1 comentario:

Miguel Baquero dijo...

Yo eso del Oulipo, te confieso, no lo acabo de entender, pero sí es una técnica para escribir como tú ¡qué gran invento!