Él, el caos, ha llegado al párrafo para reinar, nunca sé por dónde ha entrado ni cuándo, pero sé que es inútil resistirse. Empieza por inquietar a las partículas y, cuando te quieres dar cuenta, ya están temblando de pies a cabeza hasta los más prestigiosos verbos.
Empiezo a sospechar la que se avecina cuando los artículos me dicen que prefieren irse, cuando insisten en que no hacen tanta falta, que los disculpe, que no se va a notar su ausencia. Suelen seguirlos en la rebelión las preposiciones, que tienen muy mala leche y quedan en el párrafo a propósito: siempre son puntuales; ¡vienen sólo a reñir! Enseguida los nexos, contagiados, empiezan a mostrarse poco solidarios.
La última vez que el caos impuso su cetro los desastres fueron a mayores: cuatro o cinco adjetivos se empeñaron en tirar de la misma cuerda, mal amarrada, y cayeron uno sobre otro, de culo. Los verbos no son esos días tan problemáticos como de costumbre, aunque se quedan abstraídos, empeorando con su sombra el ánimo de unos cuantos sustantivos mates.
Prefiero no contar lo que hicieron esta vez los sujetos.
Cuando ese tipo decide coronarse cualquier reunión resulta desagradable, se celebre en el texto que se celebre. Todas las frases se sienten mal arregladas y entre ellas hay demasiadas holguras (hasta a los artículos se les nota que han acudido a la fuerza, no dejan de mirar a sus acompañantes, pero los miran con displicencia)
La imagen es el poema nº 11 de
Mar Arza, uno de esos grandes
regalos de Isla Kokotero.
merece la pena ampliarla
2 comentarios:
Cómo he disfrutado lo de ese
caos que reina en el párrafo.
Yo soy solo una aficionada a la
lectura, pero, ahora que lo dices,
habrá que prepararse para afrontar
este caótico problema.
La imagen, espectacular!
Un abrazo cordialísimo
BB.
Gracias BB, yo lo pasé de maravilla escribiéndolo, estaba esperando a que se me cruzara uno de esos párrafos imposibles para decirle cuatro cosas.
Puedes ver más cosas de Mar Arza enhttp://www.mararza.com/, no te la pierdas.
otro abrazo
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